

Después de su más que notable éxito en las taquillas americana e inglesa, donde ha recaudado más de 120 millones de dólares, hace indicar que seguro tendremos nuevas entregas. Y es que "Soy el número cuatro" es la adaptación de la reciente novela del mismo nombre de Jobie Hughes y James Frey y que será la primera de una serie de seis. Por lo que podemos estar ante un caso similar al de la famosa saga "Crepúsculo", con la que comparte más de un parecido: sus jóvenes y atractivos protagonistas, el amor y sentimientos que surgen entre ellos o su enfoque de ciencia ficción (aquí se sustituyen los vampiros por extraterrestres). Y es que el éxito de "Crepúsculo" ha sido tal que cada vez más películas intentan imitarlo, como es en este caso o en el de la inminente "Caperucita Roja. ¿A quién tienes miedo?".
"Soy el número cuatro" ha sido dirigida por D.J. Caruso ("Vidas ajenas", "Apostando al límite", "La conspiración del pánico"), que si bien no destaca en ningún aspecto, sí que hay que reconocerle que ha sabido recoger los elementos principales que busca el público al que va destinado la cinta: los chicos y chicas "guays", que van luciendo palmito, mientras reparten "galletas" a los alienígenas, y siempre haciendo uso de planos y efectos especiales muy espectaculares. Realmente si se sabe a que se va, y sin esperar mucha profundidad en su mensaje y guión (casi nulo), resulta ser una película bastante entretenida. Se nota la mano de Michael Bay ("Transformers", "La Isla"), que produce la película, en la inclusión de momentos que buscan la espectacularidad, la acción y unos efectos especiales bastante convincentes.
Como no podía ser menos, para el reparto se han elegido a una serie de jóvenes protagonistas como Alex Pettyfer ("Megapetarda"), Teresa Palmer ("Más allá de los sueños", "El aprendiz de brujo"), Dianna Agron ("Burlesque"), a los que acompaña un actor más conocido como es Timothy Olyphant ("Hitman", "La jungal 4.0").
La película narra la historia de John, un adolescente extraterrestre que se oculta de unos malvados alienígenas enviados para destruirlo. Cambiando constantemente de identidad, mudándose de una ciudad a otra bajo la supervisión de su guardián, Henri, John es siempre “el chico nuevo” del lugar, sin vínculos con el pasado. Pero ahora la pequeña Ohio se ha convertido en su hogar, y John deberá enfrentarse a nuevos hechos inesperados que le cambiarán la vida: su primer amor, el descubrimiento de poderosas y nuevas habilidades, y una conexión especial con aquellos que comparten su increíble destino.
Un guión muy convencional, para una película que no sorprende en ningún aspecto y que nos da la sensación de haber vivido en multitud de ocasiones ya, pero que gustará, sobretodo, al público adolescente. Cuenta, además, con el reclamo de sus efectos especiales y de algunas escenas de acción bastantes espectaculares.