

"En tiempo de brujas" vuelve a unir al director Dominic Sena ("Operación Swordfish", "Whiteout") y al actor después de su colaboración en la película "60 segundos", y de nuevo en una película centrada en la acción. Nicolas Cage ("La búsqueda", "Windtalkers", "Family Man"), que se sigue encasillando en los últimos años en películas del mismo corte, protagoniza su primera de las cuatro películas que estrenará en este 2011. En este ocasión, encarna el papel de un héroe de las cruzadas que regresa a casa después de treinta años de luchas. En su regreso se encuentra que todo ha sido destruido por la peste. Los religiosos están convencidos de que la culpable es una joven bruja y encargan a él liderar un grupo con la misión de llevarla un lejano monasterio, donde la joven será juzgada y se le realizará un ritual para liberar a la tierra de la peste. A partir de ese momento, vivirán un viaje lleno de peligro y acción, mientras van descubriendo más sobre la joven mujer y empezando a plantearse sobre su inocencia.
Bajo este interesante argumento, nos encontramos una película de aventuras, con bastante acción y muchos efectos especiales, que si bien en sus actuaciones no convence mucho, si que nos hace disfrutar de momentos bastante divertidos. Es la típica película que hay que ir a ver sin esperarse mucho, porque nos decepcionará. Si no le pedimos mucho, y dejamos de lado algunas situaciones ridículas, podemos pasar una hora y media divertida, con el aliciente de saber la realidad sobre la muchacha y que va a deparar el final. Película palomitera, que si bien es cierto que se podría esperar mucho ya que cuenta con una base para haber sido una película bastante mejor, pero al final se queda en un simple entretenimiento.
Cage está, como de costumbre, forzado en sus actuaciones y gestos, aunque hay que reconocerle su esfuerzo por intentar ofrecer emoción a los momentos y escenas de acción. Destaca la presencia también de Ron Pelrman ("Hellboy", "La ciudad de los niños perdidos") y la breve, aunque siempre interesante, aparición de Christopher Lee ("Los tres mosqueteros", "El señor de los anillos").
Hay que destacar los escenarios por los que transcurre la película, de gran belleza y la oscura fotografía muy en la línea de la época oscura en la que se basa. En cuanto a los efectos especiales, hay un contraste grande ya que irán alternándose algunos de impecable factura con otros que cantan mucho a la vista. En definitiva, una película pasable, divertida pero que tan pronto hayamos visto se nos irá de la mente.