

Ideas que no se redondean correctamente, arcos secundarios demasiado extensos, diálogos que no terminan de atraer, o simplemente escenas poco lógicas. Estos son algunos condimentos que podemos encontrar hasta en las mejores propuestas cinematográficas. A continuación mencionaremos 5 de estas escenas en grandes películas de 2010.
El film de Darren Aronofsky nos cuenta una historia muy atractiva, protagonizada por una de las mejores actrices del momento: Natalie Portman. Otro personaje recurrente en la trama es el de Barbara Hershey, quien interpreta a la madre de la protagonista. En un momento nos encontramos con que la madre le prepara un pastel de felicitaciones a la hija y después, en una rabieta inexplicable (digna de una sobredosis de Tchaikosvsky con una taza de café llena de píldoras) amenaza con tirarlo a la basura.
- Los chicos están bien
En este film, Mark Ruffallo interpreta a Paul, un hombre que donará su esperma a una pareja de lesbianas, quienes viven una situación de pleno conflicto. Eventualmente, las mujeres tienen una gran pelea por culpa del personaje masculino y vemos a Ruffallo en una escena inexplicable. Para disculparse toca el timbre de la casa a la hora de la cena, con una actitud que mezcla lo detestable con lo imperdonable. Y lo peor de todo es que se trata de la última escena en la que aparece Paul.
- La red social
El film de David Fincher es entretenido, pero peca en la apertura de argumentos secundarios que hacen que se pierda el hilo de la trama. Una de las escenas más ridículas es cuando Christy, la novia de Eduardo Severin, prende fuego a una bufanda que su novio le había regalado. Parece que no hay motivo aparente a esta situación, y para encontrarle un poco de sentido, hay que volver a mirar la película detalladamente. No vale la pena.
- Origen
En esta gran película de Christopher Nolan vemos algunas de las escenas más impactantes que nos hayamos imaginado. Durante todo el film se hace referencia constante a las “patadas” que permiten despertar a los que se encuentran dormidos y no lo saben. Por dicho motivo nos encontramos con una toma en la que el personaje de Joseph Gordon-Levitt tiene que armar el escape de un sueño durante una caída libre. ¿Y cuál es su máxima idea? Darles pequeñas patadas a los que están dormidos para que se despierten. Visualmente, la escena es genial, pero hasta demasiado simple para una guerra psicológica de tres horas.
- Somewhere
Sofia Coppola se ha destacado como una gran cineasta. Pero su último film falla en el aspecto más importante: la escena final. En la película vemos que el protagonista se da cuenta que no puede vivir sin su hija y comienza a conducir por una autopista de Los Ángeles, para después dejar su coche y seguir el trayecto a pie. ¿Es esto, acaso, una metáfora sobre la responsabilidad de un padre para con su hija?
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