

Cartel de Super Mario Bros, una de las primeras películas basadas en videojuegos
La relación entre el mundo del cine y el de los videojuegos viene de largo, aunque no siempre ha sido igual: si bien en los primeros años las películas que basaban sus argumentos en juegos no se caracterizaban especialmente por su calidad, en los últimos años hemos podido comprobar como se rodaban cada vez más superproducciones bajo la licencia de los mayores éxitos del entretenimiento digital.
Sin embargo la creación de películas basadas en videojuegos, en la que nos centraremos hoy, no es ni mucho menos la única relación entre ambas industrias del entretenimiento. Son muchísimos los videojuegos que han seguido el camino inverso, siendo creados a partir de alguna película de éxito.
Ésta práctica también está muy de moda últimamente, si bien es cierto que la calidad de dichos títulos no suele ser nada del otro mundo, exceptuando honrosas excepciones como Las crónicas de Riddick de Xbox, Cazafantasmas para varias plataformas, Aladdin y El Rey León en la Megadrive o el mítico 007 Goldeneye de Nintendo 64.
Pero la cosa no queda ahí, ya que también son varias las películas que tratan sobre el mundo de los videojuegos en general (Cloak & Dagger, The Wizard…), e incluso los juegos en que se trata el tema del cine y todo lo que le rodea, como el reciente The Movies.
Centrándonos en el tema de las películas basadas en videojuegos tenemos que comenzar por sus orígenes: la década de los noventa. En 1993 aparecía la primera gran película basada en una licencia de videojuegos: esta no es otra que Super Mario Bros.
En ella podíamos encontrar a grandes actores como Bob Hoskins en el papel de Mario, John Leguizamo como su hermano Luigi ó Dennis Hopper encarnando al malvado Koopa. Sin embargo la película no obtuvo demasiado éxito, dado que su contenido no se consideró apropiado para el público infantil, además de presentar pocas similitudes con el juego en que se basaba.
Los años siguientes dieron paso a un aluvión de películas basadas en juegos de lucha. Así, se realizaron producciones como Double Dragon, Fatal Fury, Mortal Kombat o Street Fighter. De ellas destacaremos especialmente ésta última, con Jean Claude Van Damme en el papel del protagonista, Guile, y Kylie Minogue como su compañera Cammy.
El trailer de la película Street Fighter permite hacerse una idea de su calidad
La película modificó significativamente la historia y los personajes del juego original, lo que unido a su pésima calidad en todos los apartados da como resultado que Street Fighter sea una habitual de las listas de peores películas de la historia.
El escaso éxito de éstos títulos hizo que pasaran varios años hasta que otra productora decidiera aventurarse en la recreación de videojuegos en la gran pantalla. Concretamente no fue hasta 2001 cuando llegó una nueva película, que en esta ocasión sí que lograría un rotundo éxito. Hablamos de Lara Croft: Tomb Raider, el gran éxito de taquilla de Angelina Jolie.
Aunque en un primer momento se pensó en asignar la dirección de la película a Steven Souza, guionista de Street Fighter, finalmente Paramount rechazó su proyecto, que fue a parar a manos de Simon West. Por lo general el film está bastante bien considerado por los seguidores del videojuego, e incluso tuvo una continuación llamada Lara Croft Tomb Rider: La cuna de la vida.
Ese mismo año se estrenaba Final Fantasy: La fuerza interior, película de animación por ordenador basada en la saga de Square. Muchos fans de la serie se vieron decepcionados al descubrir que el argumento no se basaba en la historia de ningún videojuego, sino que sería completamente nuevo. Pese a la gran publicidad que se le dio resultó ser un fracaso en taquilla, con unas pérdidas cercanas a los 124 millones de dólares.
Otra saga de videojuegos que dio el salto a la gran pantalla es Resident Evil, basada en la saga de terror de Capcom. Dirigida por Paul Anderson, y con Milla Jovovich como protagonista, el film usa la historia original como marco de las aventuras de nuevos personajes. Los enormes beneficios que recibió han permitido la creación de dos secuelas, la última de las cuales llegó a nuestras pantallas éste mismo año.
A estas hay que sumar otras adaptaciones como House of the Dead (2003), Alone in the Dark (2005), Doom (2005), Dead or Alive (2006) ó Silent Hill (2006), que confirman la existencia de un auténtico boom de este tipo de películas.
Silent Hill logra transmitir la misma atmósfera opresiva que el videojuego original
Todo parece indicar que ésta tendencia se mantendrá en un futuro, probablemente influenciada por el gran desarrollo de la industria de los videojuegos, que en algunos ámbitos ya supera incluso a la del cine.
Entre otras está previsto el desarrollo de películas basadas en los juegos Broken Sword, Castlevania, Devil May Cry, Halo, Metal Gear Solid, Metroid, Tekken, World of Warcraft y Los Sims, la mayoría de las cuales se estrenarán durante la presente década.
Durante casi quince años el mundo del cine se ha venido nutriendo de las historias originales de videojuegos, aunque los resultados han sido muy dispares. Si bien es cierto que ninguna de éstas películas puede considerarse algo remotamente parecido a una obra maestra del séptimo arte, al menos algunas de ellas logran transmitir parte de la magia de los juegos a sus aficionados.
Además, vista la avalancha de nuevas películas sobre videojuegos que nos esperan en los próximos años, ¿quién sabe lo que nos podremos encontrar?
Enlaces de interés: