

El primer, aún en 1960, fue Federico Fellini con La dolce vita, donde un periodista (paparazzi) persigue durante una fiesta nocturna en Roma a Sylvia, una conocida actriz de cine. Con un reparto magnífico con Anita Ekberg y encabezado por Marcelo Mastroianni, no solo es una de las grandes películas con el periodismo de por medio, si no una de las mejores de la historia del cine.
Primera plana es una de las mejores películas del género. Dirigida por Billy Wilder se estrenó en 1974 y narra la historia de Hildy Johnson, un reportero del Chicago Examiner que está a punto de dejar la profesión para casarse, pero su jefe le convence para que haga un último reportaje. Con la pareja Jack Lemmon y Walter Matthau, acompañados de una joven Susan Sarandon, la película no deja títere con cabeza en el mundo del periodismo.
Con Phillip Noyce como director, llegó en 2002, El americano impasible, una adaptación de la novela del mismo nombre escrita por el célebre Graham Greene. Estamos en los años 50 y nos encontramos con un periodista británico, Thomas Fowler, en la Indochina francesa cuando la colonia está dando sus últimos suspiros de vida. Destacar la impresionante interpretación de Michael Caine, que le valió la nominación a los Oscar, aunque también bien encontramos a Brendan Fraser.
Otro periodista muy cinematográfico es Spiderman, en la película que en el año 2002 no ofrecía Sam Raimi con Tobey Maguire y Willem Dafoe como protagonistas y que hasta la fecha ha tenido ya dos secuelas. Muy parecida a Superman, en este caso las películas han tenido mucha más repercusión que las del superheroe de la capa roja.
Aunque no trata directamente el periodismo, Ciudad de Dios se puede considerar dentro de este sub-género, ya que está grabada como si de un documental se tratase y basado en experiencias personales de gente que realmente, día a día, ha vivido lo que nos muestra la película, una vida de asesinatos, drogas y pobreza. Dirigida por Fernando Meirelles, fue uno de los grandes éxitos del año 2002.
En Buenas noches y buena suerte, además de mostrar sus dotes interpretativas, George Clooney también nos demostró que puede ponerse detrás de la cámara y dirigir una gran película. Acompañado en el reparto por gente como Robert Downey Jr., Patricia Clarkson o Frank Langella, la historia está basada en los hechos reales entre Edward Murrow, un presentador de la cadena CBS y el senador Joseph McCarthy en su etapa del comité de Actividades Antiamericanas.
Finalmente, en 2006 nos encontramos con una obra maestra, que retrata al periodismo desde una vertiente completamente distinta pero más cruel aún, si cabe, que el resto, la de una revista de moda. David Frankel dirigió El diablo viste de Prada con una maravillosa Meryl Streep y una buena Anne Hathaway que se está labrando un buen repertorio de películas en su haber. Sin duda, una película completamente distinta, pero igual de buena y periodística que el resto.
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