Grandes fracasos en taquilla

El cine es un arte, pero por encima de todo es, al fin y al cabo, un negocio. Un negocio arriesgado capaz de recaudar cifras millonarias y, al mismo, tiempo, provocar la ruina más absoluta para los productores que invierten en películas que no recaudan lo suficiente, resultando así grandes fracasos de taquilla en la historia del cine.

0 comentarios
Raquel
jueves, 26 mayo, 2011

Con el paso del tiempo, algunos de ellos se han transformado en films míticos que no fueron valorados en su momento, pero que actualmente son recordadas con cariño. Es el caso de “La princesa prometida” (1987), que sólo recaudó en taquilla el doble de los 15 millones de dólares que costó su producción. Significó el primer fracaso de Rob Reiner, que por aquel entonces era uno de los directores más valorados de la industria; no obstante, con los años se ha convertido en una entrañable película de culto muy querida por el público.

La-Princesa-Prometida

Otro clásico infravalorado en su estreno fue “El Mago de Oz” (1939), de Victor Fleming, que costó casi 3 millones de dólares y sus pérdidas económicas perjudicaron a Metro Goldwyn Mayer hasta 10 años después. Hoy en día, Time Warner se ha hecho con sus derechos, y la película ha acumulado más de 200 millones de dólares a nivel mundial.

Y en la lista de películas de culto más apreciadas por los cinéfilos no puede faltar “Fantasía” (1940), de Disney. De éxito moderado en su momento, ahora es considerada una auténtica revolución en el campo de la animación. Tanto es así que en el 60 aniversario de esta película Disney estrenó “Fantasía 2000”, de las mismas características técnicas que la primera, e igualmente siendo muy bien recibida por la crítica pero desapercibida en taquilla. La perfecta unión entre música clásica y preciosas escenas de dibujos animados ha hecho de este clásico una obra maestra que, 71 años después, sigue enamorando desde el primer segundo de visionado.

Nos encontramos también con auténticos fiascos que el público, y muchas veces sus propios protagonistas, han preferido olvidar. Un ejemplo es la desafortunada “Catwoman” (2004), dirigida por Pitof, que sólo recaudó 73.030.589 de los 100.000.000 dólares que se invirtieron en ella. “Catwoman” ganó el Razzie a la peor película, peor director, peor guión y su protagonista, Halle Berry, a la peor actriz del año. Es memorable su discurso de aceptación del “anti-Oscar”, en el que una desagradecida Halle dedicaba el premio a su agente “por meterme en esta porquería de película”. La actriz se agenció un 14% del presupuesto de la cinta, pero parece que ni esto sirvió para satisfacer a la diva.

Catwoman-cartel

“Pluto Nash” (2002), del director Ron Underwood y con Eddie Murphy encabezando el reparto, es la más viva representación de la derrota cinematográfica. Tras 15 años elaborando el proyecto, la película se terminó en el 2000, pero fue retenida por la productora durante dos años. Se estrenó en 2002 y no consiguió ni recaudar la mitad de los costes de producción. Tras este despropósito, su director volvió a los films de bajo presupuesto.

Tan graves fueron las pérdidas económicas de “Final Fantasy, la Fuerza Interior” (2001), de Hironobu Sakaguchi, que provocaron la bancarrota de su productora, Square Pictures. Parte del incremento del coste se debe a los 4 años que fueron necesarios para su elaboración, que provocaron que las primeras escenas quedasen obsoletas y tuviesen que volverse a realizar. Aún así, fue el primer film creado con animación “fotorealista” y supuso una revolución en la animación.

Más recientes son los fracasos de taquilla de “Jonah Hex” (2010), de Jimmy Hayward (ni siquiera Megan Fox fue suficiente para llenar las salas) o “Siempre a mi lado (Charlie St. Cloud)” (2010), dirigida por Burr Steers y protagonizada por la estrella adolescente Zac Efron. Pero el último fiasco del cine lo encontramos en “El castor” (2011), de Jodie Foster, estrenada el 6 de mayo en Estados Unidos, donde apenas ha recaudado 300.000 dólares desde entonces.

Y es que a veces esta industria del entretenimiento comete graves errores en sus previsiones y se acaba invirtiendo cifras millonarias que nunca se recuperarán. Entonces sólo queda explotar el producto en su lanzamiento en DVD y esperar que las pérdidas no resulten catastróficas.

Contenidos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *