

Tras una vida llena de excesos, se ha llegado a comentar que bebía hasta seis litros de ron al día, además de otro tipo de sustancias nada recomendables; nos abandona uno de los chicos malos de Hollywood. Actor, pintor y fotógrafo; sus obras se han expuesto en prestigiosos museos de Ámsterdam y Viena.
Hopper fue candidato al Óscar en dos ocasiones, al mejor guión original por Easy Rider, y al mejor actor de reparto por Hoosiers. Recientemente ha coincidido con nuestra Penélope Cruz en Elegy (2008), dirigida por Isabel Coixet. En 2002 fue galardonado con el premio Donostia del Festival de cine de San Sebastián, galardón entregado por uno de sus grandes amigos Julian Schnabel.
Su estilo de vida (sexo, drogas y alcohol) provocó que su carrera fuera como una montaña rusa, pasaba de momentos memorables a profundos baches. Uno de sus regresos triunfales fue a mediados de los 80 cuando David Lynch pensó en él para Terciopelo Azul. Hoosiers, Apocalypse Now y La matanza de Texas fueron otras de sus actuaciones memorables.
Inteligente y cargado de personalidad, Dennis Hopper siempre será recordado por Easy Rider, película de la que él mismo dijo: "Nadie se había visto a sí mismo retratado en una película. En cada rincón del país, la gente estaba fumando marihuana y echándose LSD, mientras el público seguía viendo a Doris Day y Rock Hudson".
Descanse en paz.
Imagen sujeta a licencia CC