

La primera película donde vemos al asesino del guante metálico y la cara desfigurada es A Nightmare on Elm Street, dirigida por Wes Craven y estrenada en noviembre de 1984. El maquillaje y el estilo del personaje, con su cara totalmente carcomida por las quemaduras, fue diseñado por David Millar y destaca por su realismo en contraposición con las secuelas que vendrían después.
Otro elemento que ya aparecía en el clásico de los 80 es su sweater con rayas rojas y verdes y el gorro marrón que lo convirtieron en un embajador del cine de terror.
La secuela se estrenó en noviembre de 1985 y tuvo como nombre A Nightmare on Elm Street: Freddy's Revenge (La venganza de Freddy). Fue dirigida por Jack Sholder y estableció algunos parámetros visuales que se convertirían en constantes en las futuras secuelas.
La nariz en forma de gancho (propia de las brujas en los cuentos de hadas), el detallismo más violento en las quemaduras del rostro y su mano libre también quemada, dando la idea de un hombre cuyo cuerpo fue incinerado, no como en la primer cinta que solamente veíamos su cara.
Una diferencia con las próximas cintas, y que solo se descubre hacia el final de La venganza de Freddy es que aquí no se trata de un guante con garras, sino de garras que salen directamente de su cuerpo. Algo así como el “Wolverine” del mundo del terror.
Imagen sujeta a licencia CC