

Es absolutamente cierto que Europa atravesó por dos guerras mundiales y que en general su sociedad se encargó desde el final de la última, en demostrar lo libre que serían a contar de aquel momento, y es por eso que una clara muestra de esta percepción es el tremendo avance o evolución que se puede uno encontrar en las nuevas generaciones que hasta la fecha no paran de marcar tendencia y sorprender que quienes tienen la oportunidad de haber vivido en tiempos de crisis y en el día de hoy que todos conocemos.
Sin perjuicio de todo lo que hemos mencionado, el avance es claro, aunque a costa de la calidad de la cultura sobre la cual nos vemos inmersos, y es que al menos en el plano de lo literario no se han visto buenos trabajos en España para el año 2009 y tampoco en el 2008, y lo mismo ocurre en el mundo del cine, donde francamente estamos viviendo desde hace tiempo la moda de recrear viejas historias literarias que en muchos casos ni siquiera admiten un buen montaje.
Es por todo lo anterior que hemos dicho que tal y como lo decía en una entrevista Carlos Saura, “la sociedad global ha tendido a la banalización. Y es que después de las guerras mundiales de Europa aparece el deseo de liberarse y eso propicia que la sociedad sea distinta, se descontrole y lleguemos a lo que estamos”. Lamentablemente no podríamos estar más de acuerdo con lo que señala el cineasta, sin embargo no es la única figura importante en lo cultural que hace una crítica evidente de lo que estamos viviendo, pues también lo hizo en el premio Cervantes del año 2008 Juan Marsé, quien señaló "el cine español tiene bastantes problemas, pero uno de ellos es el estímulo en la creación, empezando por el guión... Cuando he estado cerca del negocio por la adaptación de alguna novela mía, me he dado cuenta de que aquí se dedica poco tiempo. El resultado son películas frustrantes".