

El director destaca que la película habla del amor y la obsesión, y de la delicada línea que los separa: cómo la persona que se enamora acaba muchas veces alienada, obsesionándose con el ser amado.
Algo así sucede en la vida de Jara, que cambia cuando de repente, mirando las pantallas de vigilancia como todas las noches, descubre una imagen que le atrapa: no en vano se corresponde a la perfección con un deseo escondido que él mismo ignoraba. Jara es un hombre fuerte, grande y con aires amenazantes (no en vano la vigilancia es un trabajo perfecto para él) que al principio, puede parecer incluso un peligro para la chica de la limpieza, a la que se acerca de forma no muy delicada.
Pero poco a poco, el espectador descubre los verdaderos sentimientos de Jara, que está realmente enamorada de Julia. Jara irá cambiando, ya que lo que él siente es lo suficientemente fuerte como para conseguirlo.
Y es que Gigante tiene un punto de comedia romántica, ya que habla de cómo uno de los dos miembros de la pareja descubre al otro, cómo se queda cautivado, cómo descubre que está enamorado, cómo le cuenta lo que siente...pero desde un nuevo punto de vista: esta película no habla de la relación en sí, sino de todo lo que sucede con anterioridad a la relación.
Sinopsis
Jara tiene 35 años, y es un tímido vigilante de seguridad de un supermercado situado a las afueras de Montevideo. Desde las cámaras de seguridad controla todos los movimientos, que no son muchos, ya que tiene turno de noche.
Pero las cosas dan un giro cuando descubre a Julia, una mujer de la limpieza de 25 años por la que poco a poco se va sintiendo más y más atraído, y se dedica a seguirla, al cine, a la playa, en sus citas con otro hombre... Todo en la vida de Jara acaba girando en torno a Julia. Pero hay recorte de personal en el supermercado, y Julia es despedida.
Ante esta situación, Jara debe decidir si materializa su obsesión o si la olvida para siempre.