En la película se habla de la historia de Suzanne, una mujer separada con un hijo, Simón. Trabaja como narradora en un teatro de marionetas, lo que le quita tiempo para estar con su hijo. Para que no esté solo, contrata a una estudiante taiwanesa a modo de niñera y para que acompañe a Simón a sus clases de piano.
Song Fang, la niñera, y Simón, establecerán un fuerte vínculo lleno de complicidades. Una relación que se verá acompañada por un misterioso globo rojo a través de las calles de todo París.
El director, al que conocemos por películas como Three Times, Café Lumière o Millennium Mambo, realiza en esta película una adaptación de todo un clásico de los cortometrajes: El Globo Rojo, de Albert Lamorisse, que ganó una Palma de Oro en 1956.
El punto de partida de El vuelo del globo rojo tiene que ver con una propuesta del Museo de Orsay. Esta es la primera de una serie de cintas que tienen que ver con el vigésimo aniversario del museo.
El presidente del Museo de Orsay, Serge Lemoine lanzó la idea de reunir a cineastas de reconocido prestigio internacional con el arte del museo.
Solo había un requisito: que el museo tuviese presencia en la película. En una escena o a lo largo de toda la cinta. Hou Hsiao viajó entonces a París para buscar exteriores. Y de ahí, un largo camino hasta llegar a El vuelo del globo rojo.
Aunque algunos críticos han hablado del sentido metafórico del globo rojo, el propio director asegura que en un principio no pensó en esta figura con carácter metafórico, ya que la película es en sí misma un reflejo de la realidad, con sus aspectos más duros.
En el fondo de la película subyace además el concepto de París de Hou Hsiao, que no deja de tener algo de China y de oriente, una parte de esa esencia que percibimos a través del personaje de la niñera.
