

La dama del agua: particularmente, nunca fui amante del cine de M. Night Shyamalan, pero esta terminó siendo más decepcionante que cualquier otra que haya realizado el cineasta indio amante de los giros inesperados.
Watchmen: en sí no fue una mala película, pero la novela gráfica en la que estuvo inspirada era demasiado compleja como para un solo film. La versión del director de cinco discos sirvió para compensar todo lo que se perdió con la que se exhibió en los cines.
Terminator Salvation: una película realizada sin sentido. La trama no tuvo mucho para destacar, y la dirección de McG fue demasiado pobre como para una propuesta que mueve tantos fanáticos.
X-Men Orígenes: Wolverine: lo que hacía tan interesante al personaje de Logan era que no recordara su pasado. La realización de la película no estuvo a la altura de las circunstancias y lo único rescatable fue la gran actuación de Hugh Jackman.
Matrix revoluciones: hay que reconocer que no fue una película muy mala, pero fue muy predecible y realmente dejó un sabor amargo como para ser el cierre de una trilogía tan importante.
Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal: fue un film que generó muchísima expectativa porque había un dúo realmente impresionante para la realización: Harrison Ford y Steven Spielberg. Lo decepcionante fue la actuación de Shia Labeouf, quien actuó como un chimpancé en toda la película.
El Código Da Vinci: otro caso de grandes realizadores y poco entusiasmo. Ron Howard y Tom Hanks no lograron enganchar con el público en esta adaptación del famoso libro de Dan Brown.
Star Wars: La amenaza fantasma: no hay mucho para decir. El comienzo de la “segunda trilogía” dejó más sinsabores que cosas positivas. El personaje de Jar Jar fue realmente impresentable.
Spiderman 3: Sam Raimi no pudo dar en el clavo con esta secuela. Muchos villanos y un elenco poco creíble. Lo que daba para ser una gran película terminó como una gran pero gran decepción.
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