

La Pasión de Gabriel es una película colombiana dirigida por Luis Alberto Restrepo, y estrenada en su país el pasado 7 de agosto del 2009. Cuenta la historia del Padre Gabriel, papel que interpreta el actor Andrés Parra, un hombre que a decir verdad no es un sacerdote modelo que digamos.
Y todo porque le gusta tomar alguna que otra copa de más y en ocasiones se le van algo los ojos detrás de las mujeres. Sin embargo, le encanta su parroquia, la defiende a capa y espada y sus feligreses están encantados con él.
Restrepo sitúa la acción en un pequeño pueblo de las montañas colombianas en esta su segunda película. Como seguramente habéis podido observar, el Padre Gabriel es algo así como un sacerdote progresista, algo liberal, que participa en todas las actividades de la vida comunitaria. Juega al fútbol con los muchachos del pueblo, ayuda a recaudar fondos para reconstruir el puente del pueblo.
Sin embargo este pueblo cuenta con la terrible desgracia de encontrarse situado cerca de la selva colombiana, donde viven las guerrillas de las FARC. Desgraciadamente, el ejército colombiano cree que entre los habitantes del puebloo hay algunos rebeldes colaboradores con las guerrillas. Así que todo el pueblo vive en permanente estado de alerta y tensión.
Restrepo recrea estupendamente este ambiente de belicismo guerrillero en Colombia. Para los que queráis conocer un poco más de este ambiente tenso que viven algunas personas en el país colombiano, nada mejor que ver esta película. Para colmo, el Padre Gabriel comienza un romance con la bella Silvia, una bella feligresa de su parroquia, papel que interpreta María Cecilia Sánchez.
Curiosamente, el Padre Gabriel es visto con recelo tanto por el ejército colombiano como por las guerrillas de las FARC. Su intento por ayudar a los muchachos que recluta las FARC y sus esfuerzos por advertir a su pueblo de lo que puede pasarles si siguen en esta situación no gustan a ninguno de los dos bandos.
Me encanta el papel que hace Andrés Parra como Padre Gabriel. La tensión de la película va en aumento, y la cadena de sucesos va cayendo poco a poco en cascada. Además, el trasfondo real del argumento siempre está presente. Realmente se trata de una película muy recomendable.
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