Destacada: Still Walking

El hijo y la hija, los dos hermanos, vuelven a casa trayendo consigo a sus respectivas familias, con el fin de reunirse de una forma un tanto particular, para recordar el trágico aniversario del hijo mayor, que se produjo quince años atrás. Los años han pasado, pero la madre sigue preparando el mismo menú y el caserón parece ajeno al paso del tiempo. Pero los años no pasan sin dejar huella, y cada uno de los miembros de la familia ha cambiado ligeramente. Como en todas las familias, hay amor, pero también secretos y rencores escondidos. Kore-eda nos hace reflexionar sobre el concepto de familia, sobre todo lo bueno y lo malo que tiene, sobre sus contrastes, con una sutil mezcla de humor y melancolía.

Sobre la película

Kore-eda, después de perder a sus padres, sabe bien cómo se siente uno ante la ausencia de un familiar tan querido como son los padres. Los pensamientos que muchos compartimos, el pensar “por qué dije esto”, “por qué no hice aquello”… están muy presentes en la intención del director. Los protagonistas de la historia que nos cuenta son personas normales y corrientes, como podríamos ser cualquiera de nosotros. La reunión a la que asisten dura 24 horas, en las que no suceden grandes acontecimientos ni se descubren secretos que ponen patas arriba los cimientos de la familia. En un ambiente calmado, solo hay pequeños asuntos que rompen esa tranquilidad, pero de una forma casi imperceptible. Poco a poco, el espectador va descubriendo situaciones que explican los hechos actuales, y que van dando forma a los diferentes personajes. Still Walking habla de las pequeñas cosas de la vida, que a veces, también nos hacen tambalearnos.

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