Realmente cuando uno se sienta frente a la gran pantalla con la intención de ver la adaptación de un famoso videojuego, lo que espera es que al menos le divierta y le entretenga lo mismo que si estuviera jugando. A decir verdad, hay que reconocer que esta de El Príncipe de Persia lo consigue.
La trama nos sitúa en un Príncipe de Persia, hijo del rey Sharamán, vencedor de la guerra contra el Mahjarajá de la India. El saqueo del reino lleva consigo quedarse no sólo con la hija del Mahjarajá, sino con dos objetos que serán los que despierten la película, una daga valiosa y un reloj de arena.
El Príncipe de Persia logró vencer al Mahjarajá gracias a la ayuda de un traidor del reino, pero este traidor resulta un arma de doble filo, ya que convence al príncipe para que rompa el reloj de arena... ¿Las consecuencias?. La liberación de las temidas arenas del tiempo sobre las que gira la aventura y la emoción de la película.
Jake Gyllenhal es el actor que da vida al Príncipe de Persia. Realmente no se le puede pedir más a su interpretación, ya que hace sencillamente lo que le pidieron: animar al público, combinarse perfectamente con los efectos especiales y darle movilidad a la trama y la aventura.
Además de la aventura y la acción hay una serie de subtramas que, a diferencia de otras adaptaciones de videojuegos y héroes de cómics, no tapan ni obstaculizan el verdadero interés de la película. Se nota la buena mano en la dirección de Mike Newell, quien ha participado en películas de éxito como Harry Potter y el Cáliz de Fuego o El Amor en los Tiempos del Cólera.
A decir verdad uno sale de la sala de cine con una sensación mucho mejor que la que tuvimos al ver Iron Man 2, por poner un ejemplo. No sólo por el gusto de saber llevar la aventura, las imágenes, la participación de los personajes, sino porque además la aventura no se hace pesada en absoluto, ya que se complementa con algunos rasgos de romance e incluso humor bien dirigidos.
Me gusta muchísimo la presencia de la bella Gemma Arterton, que en muchas ocasiones supera hasta el propio Príncipe de Persia, Jake Gyllenhal, a quien parece que el papel le viene un poco grande. De todas maneras película muy recomendable para pasar un rato entretenido.
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