

< /p>
La película ha sido dirigida, brillantemente, por el joven director británico Rupert Wyatt. A pesar de su inexperiencia, ha demostrado gran maestría a la hora de jugar con todo los medios de los que disponía, no solo para ofrecer una cinta con una realización técnica exquisita, sino que cada aspecto encaje perfectamente. Las escenas que se nos muestran durante la película son de gran belleza y espectacularidad, el guión se nos cuenta con todo detalle pero sin caer en la monotonía, la dirección de los actores permite que estos den lo mejor de sí, incluidos los simios. Al final, ha conseguido mucho más de lo que esperábamos: acción, intriga, tensión, una historia muy convincente y mucha diversión. Pensada para explicar los hechos que generan tan mítica saga, el resultado no podía ser mejor gracias a una trama muy bien hilvanada y un ritmo muy ágil en la narración.
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta precuela de "El planeta de los simios" es el increíble apartado técnico, haciendo uso de los últimos avances en efectos digitales. Llega un momento en la película que te llegas a cuestionar si realmente todos esos simios están hechos realmente por ordenador o son reales. Su realización es abrumadora, con todo lujo de detalles. Su integración con los elementos reales en pantalla es total y sus movimientos son sencillamente perfectos. Precisamente, esta calidad en su realización permite que no "canten" en ningún momento el uso de los efectos especiales. Mención especial para César, el simio protagonista que en algunos momentos llega a poner la piel de gallina ante la calidad de su realización.


El reparto de la película, como no podía ser menos, está también a un gran nivel, destacando un cada vez más consolidado James Franco ("Spiderman", "En el valle de Elah", "127 Horas") y muy bien acompañado por su padre en la película, John Lithgow ("Un testigo en silencio", "Acción civil", "Gran Torino"), y Freida Pinto ("Slumdog Millionaire", "Conocerás al hombre de tus sueños"). Pero nuevamente hay que destacar a César, en este caso al actor que ha permitido crear al simio: Andy Serkis ("El sueño de mi vida", "King Kong", "El truco final: El prestigio"). El actor ya demostró su maestría a la hora de ayudar a transmitir sentimientos y gestos mediante una criatura realizada de forma digital en "El señor de los anillos", películas en las que encarnó a Gollum. Nuevamente soberbio y digno de reconocer con algún premio un trabajo nada fácil.
La historia de la película comienza cuando un científico trabaja en una cura para el Alzheimer que está siendo probada en monos. Una de estas criaturas es César, cuya inteligencia evoluciona de forma rápida y al que el protagonista de la historia lleva a su hogar para protegerlo de la crueldad de algunos de sus colegas. Pero algo sale mal…
"El origen del planeta de los simios" es una brillante película, emocionante, divertida y que sorprenden durante todo el metraje. El trabajo casi artesanal en la recreación de los simios nos ofrece un apartado técnico que, siendo de primer nivel, no desentona en ningún momento con la imagen real. Además, cuenta con una historia muy interesante y recurre a temas siempre de moda como son la experimentación científica con los animales, el debate moral sobre su maltrato, la soberbia del ser humano y también como se va gestando un líder de un grupo a la hora de iniciar una revolución que acabe con una situación de injusticia. Grandísima película que se sitúa entre las mejores de este 2011 y que seguramente con el paso del tiempo se le reconocerá aún más su calidad.