

Una de ellas es la mítica “Easy Rider (Buscando mi destino)”, dirigida por Dennis Hopper y estrenada en 1969. Narra cómo Wyatt y Billy, dos jóvenes moteros, cruzan Estados Unidos montados en sus motocicletas con el objetivo de asistir al carnaval Mardi Gras. Durante su viaje, conocen a diversas personas que representan las distintas caras de la sociedad estadounidense. “Easy Rider” obtuvo un enorme éxito en su estreno y se convirtió en una referencia indiscutible para el cine estadounidense de la década de los 70. Además, obtuvo dos nominaciones al Óscar (mejor actor de reparto para Jack Nicholson y mejor guión) y ganó un premio a la mejor película de un director novel en el Festival de Cannes.
“Speed” (1994), dirigida por Jan de Bont y ganadora de dos Óscar, es posiblemente el icono cinematográfico de la velocidad por excelencia. En su estreno obtuvo críticas positivas, y obtuvo unos beneficios de 350 millones de dólares, siendo su presupuesto inicial de 30 millones. El film catapultó a la fama a Keanu Reeves, quien interpreta a un policía que trata de salvar la vida de los pasajeros de un autobús. Un terrorista ha puesto una bomba en dicho autobús, y si la velocidad del vehículo disminuye de las 50 millas por hora, explotará. El éxito de la película dio lugar a la aparición de una desafortunada secuela en 1997, en la que la única novedad que aporta el director es cambiar el autobús por un barco.


En 1998 surgiría la primera entrega de la saga francesa “Taxi Express”, una comedia en la que Daniel, un joven repartidor de pizzas, consigue convertirse en taxista, aunque su sueño es ser piloto de Fórmula 1. Un día un policía llamado Emilien le retiene el vehículo por exceso de velocidad y le propone que, a cambio de devolvérselo, el joven taxista deberá ayudarle a atrapar a unos ladrones alemanes de bancos. La película, escrita por Luc Besson, obtuvo una buena recaudación y éxito de crítica, por lo que en 2000 aparecería “Taxi Express 2”, que repetiría el éxito de la primera. En 2003 se estrenó “Taxi Express 3”, también con una buena aceptación. Un año más tarde Luc Besson escribiría el guión para su remake norteamericano, “Taxi, derrape total”, protagonizada por Queen Latifah. En 2007 se estrenó la cuarta parte de la popular saga.
En el año 2000 Nicholas Cage protagonizó “60 segundos”, un remake de una película homónima de 1974. Trata de un ex ladrón de coches que, para salvar a su hermano de las manos de un asesino, debe volver al negocio, robando 50 coches en una sola noche. Un año después surgió la primera entrega de la exitosa saga “The Fast and the Furious”, también conocida en España como “A todo gas”, que ya cuenta con cinco partes y no se descarta una sexta. Estas películas destacan por la especial importancia que les dan al mundo del tuning. Otra popular saga dentro del mundo automovilístico es “Transporter” (2002), una producción franco-americana escrita por Luc Besson. Las películas cuentan las aventuras de Frank Martin, un “transportador” mercenario que traslada todo tipo de bienes, ya sean materiales o humanos, sin hacer preguntas. La saga “Transporter” se compone de pura acción, en la que no faltan emocionantes persecuciones, disparos e incluso humor.


Con un tono completamente distinto encontramos “Dos chalados y muchas curvas” (2005), una delirante comedia con Jessica Simpson como reclamo. Destinada al público infantil podemos nombrar “Herbie a tope” (2005), producida por Disney, en la que un pequeño Volkswagen Beetle es capaz de competir con los mejores coches de carreras. Otra creación de la factoría Disney, esta vez conjunta con Pixar, es “Cars” (2006), una exitosa película de animación que ha conquistado a los pequeños amantes del motor. Ganó el Globo de Oro a la mejor película animada y fue nominada al Oscar en la misma categoría. En 2011 se ha estrenado la segunda parte superando la recaudación en taquilla de la primera.