

Jennifer López interpreta a Zoe, una chica que ve que le está pasando la oportunidad de ser madre y decide no esperar más a que llegue el compañero ideal con quien tener ese hijo que tanto desea. Es por ello que acaba por decidir a hacerse un tratamiento médico y quedarse embarazada en solitario.
Pero ese mismo día, Zoe se encuentra con Stan, un chico con el que le gustaría tener esa relación que la llevase a ser madre, pero ahora es demasiado tarde. De todas maneras, ella quiere seguir con la relación y intenta esconder los primeros síntomas del embarazo inminente, lo que acaba por llevarnos a unas situaciones divertidas y de final imprevisible.
Cuando, finalmente, Zoe, decide contarle la verdad de su extraño comportamiento a Stan, este queda pensativo y se toma un tiempo para aclarar su cabeza y pensar con calma lo que quiere en el futuro, pero decide que lo que quiere es formar parte del futuro de Zoe y del pequeño o pequeña que está esperando.
Esto llevará a una de las escenas más extrañas de una noche loca y desenfrenada en la cama, cuando acabaran siendo tres, Stan, Zoe y la almohada para embarazadas, que tendrá un importante papel durante toda la película. Pero, poco a poco, se darán cuenta que saben muy poco el uno del otro y empezarán a surgir las dudas de si vale la pena seguir con esta historia o es mejor dejarlo todo como estaba.
Casi todo el mundo es capaz de enamorarse y casarse o tener hijos, pero cuando la cosa debe ir al revés, todo se complica, aunque si se supera eso, casi nada los podrá separar por muchas cosas extrañas que pasen a su alrededor.
Además de Jennifer López y Alex O’Loughlin, se ponen también bajo las órdenes de Alan Poul, los actores Eric Christian Olsen, Anthony Anderson y Linda Lavin, que acabarán formando parte de esta extrañísima historia a la que se le augura un final nada previsible.
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