

Llega nueva a Oregón, desde Michigan. Como sus padres están totalmente centrados en su trabajo y echa mucho de menos a sus amigas, piensa que debe buscar algo con qué distraerse en el vecindario.
Es entonces cuando encuentra a Wybie Lovat (Robert Bailey Jr), que quiere ser su amigo. Pero a pesar que el chico tiene su edad y se le ve más que dispuesto a ser su amigo, ella cree que es un pesado y no tiene ningún interés por él. Mientras, sigue viviendo algunas experiencias: visita a sus excéntricas vecinas, dos actrices inglesas, la Srta. Spink y la Srta. Forcible. Y si estas eran raras, para qué hablar de la visita al Sr. Bobinsky, otro de los vecinos.
Al menos, estas andanzas animan a Coraline, que empieza a ver que el barrio va a proporcionarle mucha más diversión de lo que parecía…
Aunque de repente, las cosas dan un giro inesperado que cambiará del todo su vida. Coraline descubre una misteriosa puerta secreta en el interior de si casa.
Cuando cruza el umbral de la puerta aparece un lúgubre pasillo. Al final del mismo, hay otra versión de su propia vida. Se trata de una realidad paralela, con algunos cambios interesantes. Allí encuentra Otra Madre (también con la voz de Teri Hatcher, como la original), mucho más amable y cariños. Todos la tratan mucho mejor, hasta el misterioso Gato (Keith David) es más simpático que el original.
Coraline se siente tan a gusto aquí que empieza a pensar que en realidad pertenece a este Otro Mundo, pero pronto se da cuenta de que las cosas no son lo que parecen. La visita empieza a ser peligrosa, y hasta la antes simpática madre hace planes para retenerla allí para siempre.
Entonces, la imaginación de Coraline le servirá para regresar a casa y salvar a su familia, para lo que tendrá que utilizar toda su valentía y determinación.