La única posibilidad de salvarla es tener otro hijo para poder salvar la vida de la niña. Pero este asunto, relacionado con la ingeniería genética, plantea a los Fitzgerald una serie de dudas y preguntas de índole ética y moral. Sin embargo, para Sara la única alternativa posible es hacer lo que sea necesario para salvar la vida de Kate.
Anne, la hermana de Kate, es muy importante para ella, es más, su vida depende de Anne, lo que hace que la relación entre las dos hermanas sea aún mucho más intensa. A pesar de lo jóvenes que son, se ven sometidas a largas estancias en el hospital, procedimientos médicos...
La situación es dura para todos: Sara deja su trabajo como abogado para cuidar a su hija, pero a veces se siente perdida. Brian, su marido, a veces se ve pequeño al lado de la fuerza y la decisión de su esposa.
Jesse, mientras tanto, queda relegado a un segundo plano, ya que las niñas son el centro de todo. Pero las cosas se complican aún más cuando Anna se planta, contrata a su abogado y pide emancipación médica, con tan solo 11 años. Se trata de una decisión muy fuerte, que divide a la familia y que hace que el futuro de Kate quede en una situación muy complicada.
La verdad es que se trata de una película que habla de un tema realmente complejo y difícil. Una película que seguro que hace que los espectadores salgan del cine con mucho que pensar.
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