Después de esta terrible situación, logra escapar y huye a la ciudad de París, en la que se crea una nueva identidad como propietaria y directora de un cine.
Mientras, en otra parte de Europa, Aldo Raine, el teniente al que da vida Brad Pitt, se encarga de la organización de un grupo de soldados judíos para que se encarguen de tomar represalias contra objetivos concretos y determinados, de forma rápida y brutal.
El enemigo conoce a los hombres de Raine como “Los Bastardos”. El grupo se une a una agente secreta que trabaja para los aliados, la actriz alemana Bridget von Hammersmark (Diane Kruger).
El objetivo de la actriz tiene mucho que ver con una importante misión que tiene como objetivo hacer caer a los líderes principales del III Reich.
Y las cosas que tiene el destino: todos ellos coindirián bajo una marquesina de un cine, el lugar que ha elegido Shosanna para vengarse.
Esta película, dirigida por el aclamado director Quentin Tarantino, tiene una parte relacionada con el género de folletín y propagandístico, a la vez que ofrece a los espectadores una nueva visión de la II Guerra Mundial.
Un nuevo punto de vista, una historia narrada desde un nuevo y original ángulo. Está claro que no se trata de un documental, sino de la historia de un grupo de rebeldes que tienen como objetivo la venganza.
Una película con un interesante trasfondo, que habla del cine como redención: en esta película, el cine ayuda a salvar al mundo. Una historia con un toque de romanticismo, una gran idea desarrollada por un director brillante y con un gran reparto.
