

La acción comienza cuando el anciano Tiziano Ferri (Bruno Ganz), intuye que el final de su vida está cerca y decide llamar a su hijo Folco (Elio Germano) para reunirse con él por última vez en su casa de la Toscana. Allí ambos mantienen enriquecedoras conversaciones sobre sus vidas, y el anciano comparte con su hijo las increíbles experiencias que ha experimentado durante su carrera como corresponsal de guerra. A través de estos diálogos, irá preparando psicológicamente a Folco para que pueda afrontar su muerte como si fuera la última gran aventura que le queda por vivir.
Es curioso como Joe Baier convierte una historia que cuenta con todos los signos para convertirse en una gran superproducción cinematográfica (relatos de guerra, acción, viajes, etc.) en un film cuya puesta en escena está basada casi por completo en diálogos y monólogos de tan sólo dos personajes. Ni siquiera recurre en ningún momento al flash-back y apenas incluye cambios de escenario, sino que la historia se centra en la relación entre padre e hijo y el mensaje que el primero pretende transmitir. Folco Terzani, guionista, lo resume así: “Es una gran historia que requiere de una gran producción, pero nosotros quisimos hacer una película muy sencilla. Es en esta sencillez donde uno puede volver a encontrar la magnitud de la historia.”


La película está basada en un libro del mismo nombre escrito por el famoso corresponsal de guerra italiano Tiziano Terzani, reportero del periódico Corriere Della Sera. Poco antes de morir, el periodista escribió esta obra para su hijo, desde la casa de la Toscana donde residía hacía algunos años. Era considerado un excelente profesional, y una persona crítica con el poder, debido a sus experiencias tan cercanas a los conflictos bélicos. El guión está escrito entre Ulrich Limmer, productor, y la colaboración especial de Folco Terzani, el hijo del famoso corresponsal. Ambos pretendían crear una historia sin carga dramática, ya que “No hay que entender como algo dramático el hecho de que Tiziano se muera. – explica Limmer - El único drama de esta historia es la existencia misma de la muerte.”
En cuanto al reparto, desde un principio se pensó en el célebre Bruno Ganz para el papel de Tiziano Ferri. Conocido sobre todo por su interpretación de Adolf Hitler en “El hundimiento” (2004), el actor suizo cuenta con una larga y experimentada trayectoria en cine y teatro, y ha ganado más de diez premios a lo largo de su carrera. Pero incluso para un profesional de su nivel, ha sido un reto meterse en el papel del protagonista. “Sus esfuerzos fueron enormes, – dice el director – el peso de la película cayó en gran parte sobre él. Hay que ser un actor excelente para evitar que los textos se hagan monótonos”. De hecho, Angela Terzani, esposa de Tiziano, reconoció estar encantada con el trabajo del actor. Elio Germano, actor italiano que interpreta al hijo de ambos, también cuenta con una larga trayectoria formada en teatro, cine y televisión, y con numerosos reconocimientos.
Con “El fin es mi principio” Joe Baier consigue una excelente adaptación de la novela de Tiziano Terzani, en la que transmite un bello mensaje acerca de valorar la vida, disfrutar el momento y aceptar la muerte no como una tragedia, sino como una última gran aventura.