Cantantes convertidos en actores y viceversa

La cantante Cher fue pionera en abarcar ambos campos en 1965, cuando saltó a la gran pantalla con “Wild on the Beach”, una producción de bajo presupuesto. Desde ese momento, emprendería una larga y exitosa trayectoria en cine y televisión, además de continuar acumulando triunfos en su carrera musical. La última vez que hemos podido ver a Cher en la gran pantalla fue en “Burlesque” (2010), donde acompañaba a Christina Aguilera en su debut como actriz. Ídolo de la música pop en los años 90, Christina encontró en “Burlesque” su oportunidad para adentrarse en la interpretación con un papel protagonista y un guión escrito exclusivamente para ella. Su trabajo recibió críticas positivas y negativas en la misma medida. Mucho más decepcionante fue el debut de otro icono pop de los 90, Britney Spears, a quien su papel en la road movie “Crossroads” (2002) le valió el premio Razzie a la Peor Actriz y, paradójicamente, una nominación a los MTV Movie Awards en la categoría de Mejor Actriz revelación.

Estrepitoso fue el fracaso de Mariah Carey en su intento de convertirse en actriz con “Glitter” (2001). Las críticas fueron muy duras respecto al film, a la banda sonora y a la actuación de Mariah. Sin embargo, tras desapercibidas colaboraciones en cine y televisión, Mariah logró la aprobación de la crítica metiéndose en la piel de una trabajadora social en la oscarizada “Precious” (2009). Quien no acaba de triunfar en su nueva faceta es la actriz Scarlett Johansson, cuyos trabajos como cantante están obteniendo una mala acogida. Jennifer Love Hewitt es otra de las actrices que fracasaron en la canción. Con doce años lanzó su primer álbum, “Love Songs”, exclusivamente para Japón, donde Jennifer se convirtió en una estrella. Más tarde combinaría su carrera de actriz con la música, lanzando al mercado cuatro discos y varios sencillos, casi todos pertenecientes a las bandas sonoras de sus películas. Pero la protagonista de “Entre fantasmas” no ha llegado a alcanzar la suficiente notoriedad en el mundo discográfico.

Este no es el caso de la polifacética Jennifer Lopez. En 1999 la artista latina ya se había convertido en una actriz reconocida gracias a producciones como “Selena” (1997), pero nunca abandonó su sueño de ser cantante y en 1999 lanzó su primer disco al mercado, “On the 6”, alcanzando el número 1 en las listas de ventas casi de inmediato. Este paso provocó la ruptura con el que había sido hasta el momento su agente, pero valió la pena teniendo en cuenta que gracias a ello se ha convertido en la persona de ascendencia latinoamericana más rica de Hollywood. Will Smith alcanzó la fama mundial en 1990 con la serie de televisión “El Príncipe de Bel-Air”, pero ya era conocido antes como rapero. A partir de ese momento Will ha podido compaginar su música con la interpretación, generando increíbles beneficios y obteniendo importantes reconocimientos en los dos campos. Madonna no ha tenido tanta suerte en sus incursiones en el cine, donde sus trabajos han pasado desapercibidos, excepto en el musical “Evita” (1996), por la cual ganó un Globo de Oro. Y por último hay que destacar a uno de los actores de moda de las últimas semanas, Justin Timberlake. El que fuera un ídolo adolescente junto a los 'N Sync, una boy band de gran éxito en los 90, ha logrado hacerse un hueco en Hollywood gracias a producciones como “La red social” (2010), ganadora de cuatro Globos de Oro, “Bad teacher” (2011) o la actualmente en cartelera “Con derecho a roce”, que alcanzó el número 1 inmediatamente.

Lanzarse a un área de trabajo distinta es algo muy arriesgado para las estrellas consolidadas de Hollywood, a quienes el público conoce en un campo y probablemente rechace en otra profesión. Sin embargo, son innumerables las celebrities que han decidido abarcar estas dos áreas tan rentables, y es que cuando el negocio sale bien los beneficios son infinitos.

Contenidos relacionados

No se ha encontrado ninguno