

Dirigida por el rumano Radu Mihaileanu. Y producida por Francia, Italia, Rumanía y Bégica. Es una comedia musical, pero no como se entiende normalmente este término, es música clásica para una comedia. El Casting es excelente y casi sin hablar ni actuar sabes de dónde procede cada uno. La dirección, la puesta en escena, dirección de arte, atrezo, todo está magnifico, muy cuidado y trabajado, los tiros del interior del teatro son fastuosos y elegantes. Sobre todo muy logrado el acto final, por mucho que busques no encontrarás un fallo, o un descontrol, o un arpegio, golpe o mirada fuera de tiempo o de orden.
El elenco está fabuloso, desconocidos para nosotros, pero los protagonistas están perfectos en su papel, él Alexei Guskov (Andrei), muy ecuánime y seguro, ella preciosa y convence totalmente de su profesionalidad musical, Mélanie Laurent (Anne-Marie), hay un tercer actor Dimitri Nazarov (Sacha), que lo borda, entrañable y feo a la vez.
La historia transcurre en Moscú y en París, con unos tiros preciosos de ambos lugares, muy buen gusto. La película tiene alguna licencia que hay que permitir al guionista para que se pueda realizar un gran desplazamiento, no queremos contar la historia pues tiene mucha gracia ir descubriendo la sencilla pero simpática trama.
Tiene detalles de humor europeo, plasma y dibuja perfectamente los tópicos sobre el pueblo ruso a través de todo lo que conocemos de ellos, y le saca partido en esta ocasión a otros pueblos como el judío desde diferentes ángulos, con éxito para el director de la misma étnia. Es una producción recomendable, diferente al cine comercial, sin tiros, sin sexo, pero con un tipo de acción especial que te mantiene muy vivo sobre todo en la magistral obra de Tchaicovsky, no podía ser una pieza mejor ni tan bien elegida. “La evasión embriagadora”.
Es una de esas producciones cinematogràficas que te dejan un gusto agradable en la cotidianidad y en los sentidos; pues se conjugan unos episodios que son el marco perfecto para darle la magestuosidad a ese final apoteòsico del gran concierto de Tchaicovsky.
:: Ayer tuve la oportunidad de verla aquí en mi ciudad, ese final es por más emocionante, logró erizarme la piel, simple y llanamente me gustó, la disfruté mucho.
A la par de la producción el espectador logra palpar hasta la última nota!!!