Después de todo, su padre, Alfred Molina, sólo quiere que vaya a Oxford, a cualquier precio, lo que significa que Jenny tiene que estar a las órdenes del dictamen de su padre, como por ejemplo tocar el violoncelo sin poder asistir nunca a ningún concierto. Un buen día conoce a David, papel que interpreta Peter Sarsgaard, un hombre afable quien la invita a salir, y la lleva a conciertos y a otros eventos con los que Jenny nunca había soñado. La chica comienza a ensimismarse de su nuevo glamour, que empieza a examinar sus prioridades y expectativas, tratando de averiguar qué es lo que quiere para sí misma. A pesar de que todos saben de que el camino que lleva no es el correcto. Lo mejor de la película reside en la magistral interpretación de Carey Mulligan, sobre todo cuando nos hace ver el mundo de Jenny, una chica que quiere sentir desesperadamente todo lo que la rodea. En su opinión, la vida adulta es una visión aterradora, un lugar y un momento en el que no puede existir la felicidad. Mulligan transmite todo esto a través de una coraza de seguridad, que en realidad lo que hace es esconder la fragilidad y la incertidumbre que en realidad siente Jenny. Su buen hacer se ve perfectamente acompañado por Sarsgaard, que transmite su encanto afectivo hacia la chica, un afecto calculado, buscando todos lo secretos de la joven. Además de la interpretación, Una Educación es una película con un gran guión y una dirección excelente. Su director Lone Sherfig deja respirar perfectamente a los actores durante las escenas, no se vuelve loco con la cámara, y recrea la vida de Jenny de una manera entusiasta y entusiasmante. La película está nominada a tres Oscars: mejor película, mejor guión adaptado, y mejor actriz. Foto Vía Beastandbean Una Educación, nominada a los Oscars
La historia de la película Una Educación narra la vida de Jenny, protagonizada por Carey Mulligan, una chica extrovertida de 16 años que vive en Gran Bretaña en la década de 1960. En principio parece una típica chica de su edad, preparada para la vida universitaria en Oxford, con sus inquietudes, pero en realidad hay algo más...
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jose manuel vargas
jueves, 4 marzo, 2010
Después de todo, su padre, Alfred Molina, sólo quiere que vaya a Oxford, a cualquier precio, lo que significa que Jenny tiene que estar a las órdenes del dictamen de su padre, como por ejemplo tocar el violoncelo sin poder asistir nunca a ningún concierto. Un buen día conoce a David, papel que interpreta Peter Sarsgaard, un hombre afable quien la invita a salir, y la lleva a conciertos y a otros eventos con los que Jenny nunca había soñado. La chica comienza a ensimismarse de su nuevo glamour, que empieza a examinar sus prioridades y expectativas, tratando de averiguar qué es lo que quiere para sí misma. A pesar de que todos saben de que el camino que lleva no es el correcto. Lo mejor de la película reside en la magistral interpretación de Carey Mulligan, sobre todo cuando nos hace ver el mundo de Jenny, una chica que quiere sentir desesperadamente todo lo que la rodea. En su opinión, la vida adulta es una visión aterradora, un lugar y un momento en el que no puede existir la felicidad. Mulligan transmite todo esto a través de una coraza de seguridad, que en realidad lo que hace es esconder la fragilidad y la incertidumbre que en realidad siente Jenny. Su buen hacer se ve perfectamente acompañado por Sarsgaard, que transmite su encanto afectivo hacia la chica, un afecto calculado, buscando todos lo secretos de la joven. Además de la interpretación, Una Educación es una película con un gran guión y una dirección excelente. Su director Lone Sherfig deja respirar perfectamente a los actores durante las escenas, no se vuelve loco con la cámara, y recrea la vida de Jenny de una manera entusiasta y entusiasmante. La película está nominada a tres Oscars: mejor película, mejor guión adaptado, y mejor actriz. Foto Vía Beastandbean 
